Una de las prácticas más habituales que hacemos con nuestros hijos e hijas cuando aún son pequeños, y que por supuesto se hace en el aula de clase, es el momento de la lectura del cuento. He seleccionado una serie de cuentos relacionados con el aprender a ejercer un consumo responsable. Espero que os guste y sobre todo que los compartamos ya sea en casa o en el aula.
Celebraciones diferentes
Para trabajar el tema de las fiestas o celebraciones de cumpleaños el libro de Laura Wittner, CUMPLEAÑEROS, es muy adecuado. Con las ilustraciones de Claudia Degliuomini, la autora nos cuenta como viven su cumpleaños diferentes niños. Lo interesante es que en el libro nos hacen una pregunta clave “¿Y cómo sos vos en tu fiesta de cumpleaños?” también hay una serie de paginas donde puedes escribir, pegar fotos, dibujar. Lo que más me gusta de este libro es que lo podemos volver más especial de lo que ya es, poniendo nuestros sentimientos a través de nuestra creatividad. Según vamos leyendo, este libro nos permite ir recordando y preguntándonos sobre lo verdaderamente importante de estas celebraciones, más allá de todo el mercantilismo que las rodea.
Algo hermoso de la ilustradora para abrir boca…
¿Comprar, comprar y comprar?
Es importante reflexionar con las niñas y los niños sobre el valor real del dinero y el de las cosas que no se pueden comprar con él. Entender que lo más grande y lo más costoso no siempre es lo mejor. Por ello me encanta el libro de Ana Tortosa y Cecilia Varela, CON LAS MANOS VACÍAS. En este cuento se nos presenta valores muy alejados de los que la sociedad de consumo en que vivimos trata de imponernos. En él, la autora invita a los más pequeños a mirar más allá de las cosas materiales y a explorar otras alternativas de ocio: la naturaleza, la imaginación, la amistad… Y a partir del original juego de preguntas y respuestas de la protagonista, crea un cuento que tiene mucho de adivinanza.
A través de él razonaremos sobre cuáles son los motivos por los qué decidimos llevarle un regalo u otro a una persona a quien queremos agasajar. ¿Quién lo compra?, ¿cuándo?, ¿para qué...?, nos daremos cuenta que los regalos para ser especiales deben de ser pensados desde el cariño, y no precisamente costosos.
imagen tomada de http://www.oqo.es/ |
El valor de las cosas
Establecemos vínculos con algunos objetos por la carga afectiva que le atribuimos porque nos produce placer verlos, tocarlos, olerlos, recordar a quién nos los dio o dónde. Por estos motivos, a lo largo del tiempo los lazos emocionales que nos atan a ellos suelen variar y lo que creíamos que no valía gran cosa acaba convirtiéndose en precioso, tal y como le sucede a la niña protagonista de la historia de Anna Castagnoli e Isabelle Arsenault: LA CAJA DE LOS RECUERDOS. Las autoras nos hace partícipes de este pequeño, pero importante, aprendizaje vital que dura toda la vida. ¿Quién no tiene una caja de los recuerdos?
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