jueves, 13 de septiembre de 2012

Un día cualquiera #EsPosible


Piensa en un día cualquiera. En mañana, por ejemplo. Tienes la opción de pasarlo bajo una capa de indiferencia o como un ciudadano comprometido con los más vulnerables. Tú eliges.
Sé que a estas alturas de post ya estarás pensando que soy el pesado de una ONGD con mi charla moralista. Lo primero es cierto, lo segundo no tanto, o eso voy a intentar. Tampoco te voy a pedir dinero, no te asustes. Sólo quiero compartir contigo algunos gestos diarios a través de los que puedes poner un granito de arena para contribuir a la lucha contra la pobreza. Pretendo convencerte de que en tu día a día puedes mejorar el mundo. Si no lo consigo, te aseguro que volveré a intentarlo porque te necesitamos para lograr este objetivo, aunque la próxima vez intentaré hacerlo mejor.
Volvamos a ese día cualquiera. Antes de que hayas salido de tu casa para ir al trabajo o a estudiar, habrás interactuado con medio mundo. Tu café probablemente será brasileño o vietnamita, el agua de la ducha se habrá calentado con gas que casi con toda seguridad será iraní, tu ropa puede que sea de algodón del Norte de África y haya sido cosida en Bangladesh,… ¡Eh! No te olvides del móvil antes de salir. Seguramente contendrá litio chileno, coltán de República Democrática del Congo y habrá sido fabricado en China para una empresa europea o norteamericana.

Tienda de Comercio Justo

Muchos de estos materiales y productos se extraen y fabrican en países del Sur bajo condiciones laborales abusivas, generando impactos sociales y también medioambientales negativos. Tú puedes contribuir a cambiar esta situación a través del consumo responsable: reduce la cantidad de cosas que compras, reutiliza y recicla, compra a empresas con reconocidas políticas de responsabilidad social, en tiendas de comercio justo y productos ecológicos y en pequeñas tiendas de barrio en vez de en grandes superficies. Como decía @imilleiro en un tuit, “Convierte tu carro de la compra en un carro de combate por un mundo mejor #ComercioJusto”.
Espero que al final no te olvidaras el móvil en casa. Si es así, como un buen porcentaje de la población española, probablemente irás en el metro o autobús (el transporte público es más ecológico) conectado a redes sociales, comunicándote con tus amigos y familiares. No te olvides del potencial que tienen estas redes para cambiar las cosas. Puedes difundir noticias y acciones de organizaciones y movimientos sociales, organizar tu propia campaña sobre un tema que te interese e incluso contactar con el mismísimo presidente del gobierno para hacerle llegar tus reivindicaciones. Por si no le tienes fichado, su usuario en Twitter es @marianorajoy.
Fin de la jornada laboral. ¿Qué tal una película o unas cañas con los amigos? ¿Tienes que sacar dinero? También aquí puedes marcar la diferencia. Hay bancos que invierten en la industria armamentística, industrias extractivas que tienen un negativo impacto medioambiental y social, en operaciones especulativas con alimentos, etc. Si trasladamos nuestros ahorros a la banca ética, evitaremos que se realicen inversiones que generen impactos negativos sobre los países del Sur.
Si todavía tienes un rato libre, puedes apoyar las acciones que organizamos desde el tercer sector, en la web de la Coordinadora de ONGD tienes un directorio para que encuentres las propuestas más interesantes para ti.
Todo esto y mucho más puedes hacer en un día cualquiera. Imagina las posibilidades que tiene si ese día es especial, por ejemplo un día de elecciones. Con tu voto no sólo estás decidiendo las políticas a aplicar en España, sino también otras muchas con importantes repercusiones sobre los países del Sur: cooperación internacional, deuda externa, comercio internacional, derechos humanos, cambio climático,… Si vas a votar, busca y analiza los programas políticos de los partidos y ten en cuenta qué proponen hacer en estas materias antes de depositar tu voto. Tampoco te olvides que la democracia no se limita al día de las elecciones y que puedes proponer y reclamar cambios y mejoras en cualquier momento y a través de diferentes canales.
Como te decía, la lucha contra la pobreza se libra cada día y nosotros elegimos el bando en el que estamos cuando decidimos qué consumimos, a quién votamos, en qué entidad bancaria guardamos nuestro dinero, qué periódico leemos, de qué hablamos con nuestros amigos, etc.
Casi cualquier cosa que hagamos puede tener un enfoque solidario. Incluso cosas que a priori identificamos como molestas –por ejemplo, gritar, tocar el pito o golpear una cacerola- pueden ser de ayuda. No te cuento más sobre esto último, sólo que el 17 de octubre queremos hacer mucho ruido contra la pobreza. Te iremos contando en la web de la campaña Pobreza Cero. Contamos contigo.
Por Jorge Castañeda Pastor, ONGAWA - Grupo de Trabajo de Pobreza Cero

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